Que la ciudad es y debe ser un espacio en el que el protagonista principal sea el ciudadano está fuera de toda duda. Favorecer los trayectos a pie posibilita el hecho de pararse delante del escaparate de un negocio o simplemente parar a tomar un refresco en una tarde de compras.
Los gobiernos municipales tiene que tener la sensibilidad suficiente para promover acciones que conduzcan a conseguir ese protagonismo del ciudadano consensuando con este la manera de llevarlo a cabo.Si cerramos una calle al tráfico aumentaremos el número de viandantes pero alejaremos a los que acceden con vehículo y los negocios se resentirán.
Si decimos que vamos a disminuir el tráfico delante de edificios públicos como colegios,centros de salud debemos tener especial cuidado en no desviar el tráfico delante de un centro de salud para hacerlo pasar por un centro de estudios musicales que antes tenia la mitad de tráfico.
Si decimos que cambiamos la dirección de acceso a un centro de salud es porque creemos que es positivo para el tráfico fluido y porque hemos tenido en cuenta que a un centro de emergencias hay que llegar siempre por la vía más rápida. Lo que no es de recibo es que cuando hay una emergencia las fuerzas de seguridad circulen en dirección prohibida para llegar a ese centro, porque esto no es sino la demostración de que el diseño de los accesos al centro de salud no es el adecuado.Imaginemos que en vez de la policía somos cualquiera de nosotros los que accedemos por dirección prohibida para llevar un enfermo en nuestro coche, ¿ sería lógico que a nosotros si que nos denunciaran?
Además no olvidemos que somos prisioneros de nuestras promesas y si decimos que peatonalizaremos una calle estrecha que no tiene aceras lo que no es de recibo es que además de no hacerlo pase a ser un paso de vehículos importante creando en la intersección de esta vía estrecha con otra no mucho más ancha en un punto negro de la circulación.
Con todo esto surgen muchas preguntas.Quién diseño el plan de movilidad urbana de Onda, ¿conocía nuestra ciudad o trabajó codo con codo con técnicos ondenses? Quien preguntó a los vecinos,¿ preguntó a los que sabia que le contestarían aquello que quería oír? Cuando el alcalde va a la Mesa para la Movilidad;¿ va a consensuar a través del dialogo o sólo lo hace para imponer sus criterios?
El plan de movilidad es un fracaso que no se ha consensuado con la mayoría de la población y que no se rectifica porque rectificar es de sabios y el autoritarismo del alcalde no deja lugar a la inteligencia.
Estas es la razón por la que somos muchos los que estamos en contra del plan de movilidad de Salvador Aguilella.
Hoy más que nunca necesitamos políticos de verdad.Personas convencidas de que la política es el camino para solucionar los problemas no para crearlos.No se trata de alcanzar, al precio que sea, un puesto en las instituciones,no se trata de ocupar un sillón al que vengan a rendir pleitesía.
Se trata más bien de apostar por ir más allá en tu labor profesional, se trata de poner al servicio de los ciudadanos tu capacidad y tu experiencia.Es necesario entender que un político que deje de lado temporalmente su puesto de trabajo habitual no lo hace para ganar más dinero.Lo hace porque necesita sentirse útil, necesita trabajar y pagar sus facturas pero esta dispuesto a dedicar su tiempo y su capacidad sin limitaciones.
El político tiene que ser una mezcla de profesional y de voluntario de ONG.El político debe ser cercano, porque no se entiende que alguien que llega a desempeñar una responsabilidad a través de la confianza depositada por unas personas no este en contacto directo con esas personas habitualmente.
El político debe tener claro que nadie es capaz por si sólo de manejar un barco, debe comprender que el barco se maneja con una buena dirección pero que es más fácil hacerlo cuando todos remamos unidos.
El político puede ser líder o no, pero aquel que lo sea debe comprender que los liderazgos implican mayor responsabilidad no mayor fuerza.
Después de esta reflexión no me queda más que un último apunte; ejercer la responsabilidad en base a un compromiso basado en la confianza entre político y ciudadano debería ser un contrato en el que se obligara al ciudadano a participar de manera más directa y más regular en el tiempo y al político a ser desposeído de su cargo cuando este se hubiera alcanzado mediante el engaño.Es decir cuando un político traiciona lo que prometió en su programa debería estar obligado a rectificar o a dimitir.
Se trata más bien de apostar por ir más allá en tu labor profesional, se trata de poner al servicio de los ciudadanos tu capacidad y tu experiencia.Es necesario entender que un político que deje de lado temporalmente su puesto de trabajo habitual no lo hace para ganar más dinero.Lo hace porque necesita sentirse útil, necesita trabajar y pagar sus facturas pero esta dispuesto a dedicar su tiempo y su capacidad sin limitaciones.
El político tiene que ser una mezcla de profesional y de voluntario de ONG.El político debe ser cercano, porque no se entiende que alguien que llega a desempeñar una responsabilidad a través de la confianza depositada por unas personas no este en contacto directo con esas personas habitualmente.
El político debe tener claro que nadie es capaz por si sólo de manejar un barco, debe comprender que el barco se maneja con una buena dirección pero que es más fácil hacerlo cuando todos remamos unidos.
El político puede ser líder o no, pero aquel que lo sea debe comprender que los liderazgos implican mayor responsabilidad no mayor fuerza.
Después de esta reflexión no me queda más que un último apunte; ejercer la responsabilidad en base a un compromiso basado en la confianza entre político y ciudadano debería ser un contrato en el que se obligara al ciudadano a participar de manera más directa y más regular en el tiempo y al político a ser desposeído de su cargo cuando este se hubiera alcanzado mediante el engaño.Es decir cuando un político traiciona lo que prometió en su programa debería estar obligado a rectificar o a dimitir.
Siempre he estado convencido de que a las cosas hay que llamarlas por su nombre.¿ De qué sirve que para decir algo des cien rodeos y no digas nada? Para que la gente piense que eres un político.Pero, no; un político es una persona preocupada por los problemas comunes capaz de dar soluciones y de llamar a las cosas por su nombre.
La política es el camino para encontrar soluciones, no para crear problemas. El político debe de alejarse de la acostumbrada práctica de marear la perdiz y ser autentico y sincero.Puede que con esta actitud no convenzas a algunos, pero lo que no pasará nunca es que aquellos que creyeron en ti se sientan decepcionados.
Yo creo que la libertad no es un derecho que se nos tiene que dar, es un derecho que se nos tiene que reconocer.Dentro de los derechos que se nos deben reconocer y que se denominan derechos fundamentales hay algunos que todavía no se nos han reconocido.Si creemos que somos una sociedad avanzada, debemos tener claro que el derecho a la sanidad pública, a la educación pública y al bienestar deben ser derechos que no se nos han de conceder sino reconocer.
A mi me preocupa que no se atienda a un indigente porque creo que es un derecho de las personas tener una atención médica gratuita.pero vamos a enfocarlo no desde mi punto de vista sino del de alguien que piense lo contrario, es decir, de alguien que cree que el que quiera un médico que se lo pague.imaginemos un tuberculoso en las calles que no es atendido porque no lo puede pagar, alguien se debería parar a pensar que ese tuberculoso puede contagiar a cualquiera de nuestros hijos.¿ A que ahora ,aunque sea desde un punto de vista más egoísta ya entendemos que hay que garantizar la sanidad pública para todos?
Y que decir de la educación. Una sociedad es mucho más justa tanto en cuanto es más igualitaria y la única vía que nos hace iguales y que nos presenta las mismas oportunidades es el conocimiento y este no llega sino a través de la educación.Pero si la educación sólo la recibe quien la puede pagar nos enfrentaremos a grandes talentos desaprovechados y verdaderos inútiles ejerciendo altos cargos en las administraciones del Estado.
Por último el bienestar social debe de conducirse hacia el reconocimiento del derecho a garantizar una renta con la que poder vivir.El camino es que todos tengamos un empleo digno, justo y suficientemente remunerado.Pero se puede dar el caso de que causas sobrevenidas dificulten nuestra supervivencia económica y es ahí donde nuestro sistema tiene que garantizar que no se nos abandona a nuestra suerte.Estoy hablando de justicia y de solidaridad, en ningún caso de limosna ni de caridad.
Esto es a lo que no podemos renunciar porque es nuestro; aunque algunos políticos todavía no nos hayan reconocido estos derechos.Además ahora se excusan en la crisis para decirnos que pedimos lo imposible.
En una próxima entrada explicaré mi punto de vista para asegurar que no es que sea posible sino que lo vamos a conseguir.
La política es el camino para encontrar soluciones, no para crear problemas. El político debe de alejarse de la acostumbrada práctica de marear la perdiz y ser autentico y sincero.Puede que con esta actitud no convenzas a algunos, pero lo que no pasará nunca es que aquellos que creyeron en ti se sientan decepcionados.
Yo creo que la libertad no es un derecho que se nos tiene que dar, es un derecho que se nos tiene que reconocer.Dentro de los derechos que se nos deben reconocer y que se denominan derechos fundamentales hay algunos que todavía no se nos han reconocido.Si creemos que somos una sociedad avanzada, debemos tener claro que el derecho a la sanidad pública, a la educación pública y al bienestar deben ser derechos que no se nos han de conceder sino reconocer.
A mi me preocupa que no se atienda a un indigente porque creo que es un derecho de las personas tener una atención médica gratuita.pero vamos a enfocarlo no desde mi punto de vista sino del de alguien que piense lo contrario, es decir, de alguien que cree que el que quiera un médico que se lo pague.imaginemos un tuberculoso en las calles que no es atendido porque no lo puede pagar, alguien se debería parar a pensar que ese tuberculoso puede contagiar a cualquiera de nuestros hijos.¿ A que ahora ,aunque sea desde un punto de vista más egoísta ya entendemos que hay que garantizar la sanidad pública para todos?
Y que decir de la educación. Una sociedad es mucho más justa tanto en cuanto es más igualitaria y la única vía que nos hace iguales y que nos presenta las mismas oportunidades es el conocimiento y este no llega sino a través de la educación.Pero si la educación sólo la recibe quien la puede pagar nos enfrentaremos a grandes talentos desaprovechados y verdaderos inútiles ejerciendo altos cargos en las administraciones del Estado.
Por último el bienestar social debe de conducirse hacia el reconocimiento del derecho a garantizar una renta con la que poder vivir.El camino es que todos tengamos un empleo digno, justo y suficientemente remunerado.Pero se puede dar el caso de que causas sobrevenidas dificulten nuestra supervivencia económica y es ahí donde nuestro sistema tiene que garantizar que no se nos abandona a nuestra suerte.Estoy hablando de justicia y de solidaridad, en ningún caso de limosna ni de caridad.
Esto es a lo que no podemos renunciar porque es nuestro; aunque algunos políticos todavía no nos hayan reconocido estos derechos.Además ahora se excusan en la crisis para decirnos que pedimos lo imposible.
En una próxima entrada explicaré mi punto de vista para asegurar que no es que sea posible sino que lo vamos a conseguir.